
16 productos malagueños para Navidad
La Navidad es una excusa perfecta para disfrutar de los mejores sabores. En los últimos años, los alimentos y bebidas elaborados en Málaga han ido ganando en prestigio -calidad ya tenían- y se han convertido en indispensables en cualquier cena familiar u ocasión especial. Para que tomes buena nota de algunos de ellos aquí os seleccionamos 10 productos malagueños que no pueden faltar en Navidad.

Aceite de oliva virgen extra Finca la Torre Selección (Hojiblanca)
1. Aceite de oliva virgen extra Finca La Torre Hojiblanca. El mejor aove de los últimos años está hecho en la provincia de Málaga. Más concretamente se trata de un aceite de oliva virgen extra ecológico que se elabora en la zona de Bobadilla, en el término municipal de Antequera. Su potente sabor se debe entre otros factores a la variedad hojiblanca, tan característica de esta zona, su cosecha temprana, su proceso de elaboración y el hecho de ser un cultivo ecológico. En cualquier mesa podrá servir para dar un toque especial a ensaladas u otros platos, pero también es hora de que sirva como el perfecto entrante junto a una buena hogaza de pan artesano.
2. Aceitunas ecológicas Alamillo. Con la variedad de aceitunas aloreñas de Málaga nada puede salir mal. Y menos si el cultivo es ecológico. Lo comprueban quienes llevan a su mesa en Navidad o en cualquier época del año las aceitunas ecológicas Alamillo, elaboradas por una empresa familiar en Alhaurín El Grande. Utilizando el aderezo tradicional y un producto de primera calidad, sale un aperitivo de lujo. La variedad manzanilla aloreña, cultivada en buena parte de la provincia de Málaga, está considerada hoy como la ‘pata negra’ de las aceitunas por su calidad. De hecho, es, de momento, la única aceituna de mesa protegida en España con denominación de origen.

Snacks y mermeladas de zanahoria morada.
3. Snacks de Zanahoria ‘Morá’. El tubérculo comestible que más años lleva cultivándose en España es la zanahoria ‘morá’. Desde que lo introdujeron los árabes en el antiguo Al-Ándalus, ha formado parte del paisaje agrícola de la ribera del Genil. Y más concretamente de los pueblos de Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. En el primero de ellos, no sólo se consume en crudo sino que también se hacen varios productos derivados, como un ‘snack’ que se presenta como la mejor alternativa a los ‘chips’ de patatas industriales. Además un sabor muy peculiar, dará un color violáceo muy especial a cualquier mesa.
4. Paté de queso curado La Hortelana. Si se une un buen queso curado de cabra malagueña con aceite de oliva virgen extra, se puede obtener un entrante de lujo para esta Navidad. Desde hace años, una de las queserías más prestigiosas de Andalucía, La Hortelana (Coín), elabora éste y otros productos con mucho cariño y conocimiento. De hecho, la empresa, en la que trabaja la familia Hormigo, es una de las más laureadas por sus disintos tipos de quesos de cabra malagueña.

Tabla de quesos de Sierra Crestellina.
4. Queso de cabra semicurado Sierra Crestellina. Aunque en Málaga predominan los quesos de cabra malagueña, también hay de otras razas muy cotizadas, como la payoya. Uno de los mejores del país es el que se elabora en la localidad de Casares, entre la Serranía de Ronda y el Mediterráneo. La familia Ocaña lleva décadas haciendo un queso semicurado, con leche de rebaños propio, sublime. La alimentación natural de las cabras, sus paseos por el entorno del paraje de Sierra Crestellina y la elaboración artesanal convierten a este queso en uno de los más codiciados en esta época del año.
5. Salchichón de Cabra Malagueña. Los embutidos no pueden faltar en una buena mesa, pero si estos son tan originales como el que se elabora con carne de cabra malagueña, será todo un éxito. Aunque para su elaboración se usan grasas de cerdo, esta chacina tiene menor aporte calórico -lo que viene muy bien en estas fechas-, pero es tan jugoso y suculento como cualquier salchichón. No es un producto fácil de encontrar, pero merece la pena comprarlo y presumir de embutidos originales con el sello de la provincia de Málaga.

Paleta Ibérica de Málaga – La Dehesa de los Monteros
6. Jamón puro ibérico de La Dehesa de Los Monteros. ¿Qué sería de la Navidad sin un buen jamón ibérico? En esta época del año, hay quienes no se quieren andar con medias tintas y buscan la mejor calidad, porque la ocasión lo merece. Para no andarse con medias tintas, la mejor opción es ir a por un jamón puro ibérico, es decir, el máximo nivel existente. No hace falta buscar en Jabugo o Guijuelo. En la provincia de Málaga, desde hace unos años se puede encontrar jamones y paletas 100% ibérico en la Serranía de Ronda. Concretamente, la empresa familiar La Dehesa de los Monteros elabora un jamón que cumple con los cánones de calidad más exigentes, con cerdos de raza criados en el Valle del Genal, donde se alimentan no sólo de bellotas sino también de castañas, lo que le otorga al resultado final (¡tras tres años de curación!) un sabor incomensurable.
7. Vino blanco moscatel seco Botani. En los últimos años en las bodegas malagueñas ha habido una auténtica eclosión de vinos blancos secos elaborados a partir de uva moscatel. Aunque es muy difícl elegir, entre ellos se puede destacar el que elabora el prestigioso Grupo Jorge Ordóñez en la comarca de la Axarquía. Con las vides situadas en laderas escarpadas y una de las cosechas más singulares del mundo, se saca muy buen partido a la moscatel, la variedad más completa del mundo (sirve para consumir como fruta, como pasa y como vino). Este blanco será idóneo para acompañar a platos de pescado y marisco.

Vino tinto rosado de la bodega de Antonio Muñoz Cabrera.
8. Vino rosado Lagar de Cabrera. Los vinos rosados malagueños están cada vez más cotizados. Entre ellos, sobresale por su equilibrio el que elabora la bodega familiar de Antonio Muñoz Cabrera en Moclinejo. Juan Muñoz, alma máter de la bodega, ha sabido ensamblar en el vino rosado Lagar de Cabrera las variedades syrah y romé (típicamente malagueña) para conseguir un resultado espectacular. Con su tonalidad frambuesa y su sabor fresco y afrutado puede ser el mejor acompañante para algunos de los entrantes típicos de estas fiestas. Es tan sorprendente como versátil.
9. Vino tinto Vega del Geva Crianza. Este pasado otoño una prestigiosa guía desveló que el mejor vino tinto (relación calidad precio) que se puede encontrar en supermercados e hipermercados es malagueño. Concretamente se trata del tinto crianza de Vega del Geva, que elaboran los hermanos Pérez Hidalgo en la localidad del Álora, en el fértil Valle del Guadalhorce. Agotadas las añadas de 2011 y 2012, ya quedan muy pocas botellas de la de 2013. Por tanto, será un lujo para quienes consigan adquirir algunas de ellas para estas fechas. Si no, habrá que esperar a la añada de 2014, que estará disponible a partir del 15 de enero.

Vino Espumoso Botani – Bodegas Jorge Ordóñez
9. Vino espumoso moscatel dulce Botani. La alternativa al cava y al champagne de los últimos años es muy malagueña. Desde que el prestigioso Grupo Jorge Ordóñez sacara al mercado espumoso moscatel dulce, cada vez hay más malagueños y no malagueños que brindan sus ocasiones especiales con esta bebida elegante, que puede maridar perfectamente con postres navideños. Suave, pero vribante gracias a sus burbujas, es otra demostración más del poderío que tienen las uvas moscatel de la Axarquía. Los que busquen un sabor menos dulce pueden optar por el espumoso moscatel seco Botani.
10. Vino dulce Andresito Pedro Ximénez. No sólo de la moscatel malagueña se hacen buenos vinos dulces. La variedad Pedro Ximénez también tiene un lugar de honor en la mesa. Aunque existen opciones muy ‘gourmet’, como los trasañejos de las bodegas de Tierras de Mollina y de Antonio Muñoz Cabrera, también hay opciones muy económicas con calidad como el Andresito dulce Pedro Ximénez de las bodegas El Niño de la Salina, que elaboran la familias Fontalba y Capote en el pueblo malagueño de Almargen. Es un vino perfecto como entrante (para acompañar a quesos azules o foies) y como postre (con chocolate).

Rosario Ginés elabora los famosos panes de cortijo con Sabor a Málaga.
11. Bombones de castaña de La Molienda Verde. Con las castañas que se cosechan cada año en el Valle del Genal, la cooperativa La Molienda Verde (Benalauría) hace una amplia variedad de suculentos derivados, como mermeladas, cremas o bombones. Estos últimos son una ‘delicatessen‘ que dejará perplejos a tus invitados más golosos. Una buena forma de presumir de Málaga con el sabor de sus productos.
12. Pan de cortijo de Rosario Ginés. Su nombre es austero, pero es uno de los dulces que no deberían faltar en nuestra mesa ni en Navidad ni en cualquier época del año. Se trata de una receta antiquísima que ha rescatado del olvido Rosario Ginés en su obrador de Cuevas de San Marcos. Está elaborado a base de almendras y azúcar, por lo que resulta una buena alternativa para los que no puedan consumir productos con gluten (celíacos).

Roscos de vino de Cártama.
13. Roscos de vino de Cártama. Uno de los productos más buscados en esta época del año son los roscos de vino. Es verdad que hay muchas confiterías que lo hacen en esta época del año, pero muy pocas han conseguido la perfección como el obrador San Miguel, en Cártama. El maestro ahí es Juan Martín, quien lleva toda su vida volcado con los dulces tradicionales y de calidad. No sólo puede presumir de hacer excelentes roscos de vino sino también de conseguir que no se pierda la receta de la genuina torta cartameña.
14. Resoli o resolí de Alfarnate. Una bebida tan hogareña como el resoli sólo podía comercializarse por una familia de Alfarnate, los hermanos Arrebola. Este licor elaborado a base de de aguardiente y café se distribuye desde este pueblo de la Alta Axarquía, donde es costumbre tomarlo en épocas de frío para acompañar a dulces caseros. Entre sus ingredientes lleva canela, clavo o nuez moscada, lo que lo convierte en un licor lleno de aromas únicos. También es un perfecto digestivo para cualquier sobremesa.

Aguardiente de chumbo de Ojén.
15. Aguardiente de chumbos de Ojén. Sólo en la localidad de Ojén podrían tener la ocurrencia de hacer un aguardiente como éste. En este pueblo hace más de un siglo se inventó una bebida mítica hoy desaparecida, que recibe su mejor homenaje con este aguardiente de chumbos que se elabora en la Finca La Giralda. El sabor de este fruto, hoy tan mediterráneo, otorga un dulzor final a este destilado versátil, ya que puede servir como digestivo o ser la base de algunos cócteles deliciosos.
16. Ginebra 1895. La moda de las ginebras ha llegado a los productores malagueños para quedarse. En el mercado hay varias versiones hechas en la provincia, aunque una de las primeras es la que se comenzó a hacer en la ciudad monumental de Ronda. Allí la empresa de Destilados El Tajo, conocida por sus anises, decidió hace ya varios años sacar al mercado una premium que se codea con prestigiosas marcas en el ámbito nacional. Entre sus ingredientes son decisivos, la raíz de angélica, la piel de naranja y de lima, el enebro y el agua de la Serranía de Ronda.